El entorno natural de San Juan de la Peña y Monte Oroel, es un lugar privilegiado. En su interior, alberga una combinación única entre cultura y naturaleza, que bien merecida tiene la calificación de espacio protegido. Aquí podemos realizar una sencilla ruta circular a tres destacados miradores.
Estas montañas están repletas de historia y de cultura. Al lugar popularmente se le conoce como la cuna del Reino de Aragón, por la relevancia que tuvo en los orígenes del país. Aquí, en el legendario y arquitectónicamente singular Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, descansan los tres primeros reyes de Aragón.
La belleza natural de este lugar es incuestionable. Se encuentra situado en las Sierras Exteriores pirenaicas y su posición de altura nos ofrece unas vistas inmejorables. Aquí podemos observar desde las grandes cimas pirenaicas hasta la lejana depresión del Ebro.
La mejor forma de disfrutar de las vistas es realizar la ruta circular que en 1h y 45′ nos permite recorrer tres hermosos miradores. Es una ruta muy sencilla, perfecta para realizar con niños y que combina cultura, historia y naturaleza.
Track de la ruta
Descripción de la ruta a los miradores
La ruta comienza en el llano de San Indalecio, junto al Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña. Aquí hay un parking donde podemos dejar el coche sin problemas. Nos dirigimos a la zona de los columpios, desde donde sale el sendero que nos llevará al primer mirador.
En tan solo unos 10 minutos llegaremos al Mirador de Santa Teresa. Se encuentra junto a la ermita del mismo nombre y nos orienta hacia el sur. Las vistas en el horizonte se vuelven infinitas y pareciera que un mar de nubes inunda la llanura.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el llano y ahora continuamos hacia el oeste. Atravesamos la pradera y tomamos un sendero en dirección a la ermita de San Voto. En el camino encontramos un nevero milenario, lugar donde se conservaba la nieve para fabricar hielo.
Llegamos a la ermita, y aquí el sendero desciende una pequeña pasarela hasta el mirador de San Voto. Aquí podemos contemplar el Monasterio Viejo desde las alturas aún lado, y el Pirineo al otro.
Continuamos la circular y durante el trayecto encontramos varios paneles explicativos de la fauna y flora del entorno. Perfecto para que los más pequeños conozcan y entiendan el ecosistema que nos rodea.
Finalmente, llegamos al último mirador, conocido como el Balcón de los Pirineos. Como el propio nombre indica, las vistas a las grandes cumbres de la cordillera son impresionantes y podemos distinguir decenas de nuestras míticas montañas.
Ahora ya estamos cerca del punto de inicio. En 1h 45′ aproximados habremos realizado la circular y disfrutado de la magia de San Juan de la Peña.
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