El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es una de las joyas naturales de la cordillera pirenaica. Aquí encontramos verdaderas obras de arte esculpidas y erosionadas con el paso del tiempo que han llegado vivas hasta nuestros días.
Dentro del parque, existen zonas más desconocidas pero que igualmente nos regalan experiencias únicas. Es el caso de las cascadas y llanos de La Larri, en el Valle de Pineta.
Los Llanos de La Larri son un hermoso valle colgado de origen glaciar donde se respira una serenidad contagiosa. Desde aquí podemos contemplar las Tres Serols y el aguerrido glaciar de Monte Perdido que a duras penas resiste los estragos del cambio climático.
En cuanto al origen del topónimo «Larri», al parecer hay una clara influencia del euskera. Sería una combinación de los términos larre que se traduce como «pastos» y harri, piedras o roca.
La ruta comienza en la Pradera del Valle de Pineta y asciende por las cascadas de La Larri, por donde desciende el río de mismo nombre dibujando hermosos saltos de agua. Aquí, incluso en los meses más secos del año, las cascadas rugen con fuerza.
Nuestra propuesta es una circular que recorre las cascadas hasta llegar a los Llanos de La Larri y desciende por la ruta normal que nos lleva hasta el parador de Pineta, muy cerca de la pradera. Tiene una duración total de 2h 20′ que podemos alargar si atravesamos los llanos y llegamos hasta una última cascada. Sin duda una ruta sencilla pero muy agradable, ideal para realizar con niños.
Descripción de la ruta a las Cascadas y Llanos de La Larri
Aparcamos en el parking Pineta. Desde aquí ya vemos como los primeros rayos de sol iluminan las cimas más altas. Seguimos las señales evidentes que indican «Cascadas y Llanos de La Larri».
Primero nos introducimos en un hermoso hayedo que en estos meses otoñales es una verdadera delicia. Caminamos con tranquilidad pero pronto el sendero llaneante comienza un fuerte ascenso. Aún así, el camino está muy pisado y se discurre con comodidad.
A lo largo del ascenso, vamos dislumbrando las distintas cascadas que dibuja el río La Larri en su descenso por el barranco. Verdaderas joyas naturales. Existen miradores habilitados desde donde poder contemplarlas.
Tras unos 50′ de ascenso a paso tranquilo llegamos al final del barranco, donde una pasarela nos introduce en una pista forestal. Desde aquí también tenemos una vista magnífica al Valle de Pineta.
Seguimos la pista y en unos 20′ más llegamos a los Llanos de La Larri. Aquí las vistas hacia el macizo de Monte Perdido son sobrecogedoras. Podemos contemplar el glaciar y sus cimas cercanas de enorme belleza como el Cilindro.
Ya en los llanos, llegamos hasta el refugio no guardado de La Larri, ocupado por los pastores de la zona. Desde aquí, podemos volver por la senda que nos lleva directos al Parador (sumando una circular de 2h 15′ en total) o continuar hasta el Salto de La Larri que se encuentra al final del valle.
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