Presentación: En el pasado, pocos productos habrá habido tan humildes y a la vez tan importantes en la dieta montañesa como la patata. Ya como acompañamiento de verduras y legumbres o formando parte de guisos aparece incorporada en la tradición culinaria desde finales del siglo XVIII. En su introducción en el Pirineo jugaron un papel importante algunos ilustrados, agrupados en la Sociedad de Amigos del País, y a nivel geográfico tuvieron protagonismo Ribagorza y Sobrarbe. Lugares emblemáticos asociados al cultivo de la patata son Jaurrieta en Navarra o Chía en Aragón
Hoy presentamos una receta que, partiendo de una sencillez extrema, da lugar a un plato exquisito y cargado de energía para los duros inviernos montañeses: patatas albardadas o a la importancia.
Ingredientes (para 4 personas)
|
|
Elaboración
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de unos 4 mm de grosor y las salamos. Seguidamente las pasamos por harina y huevo y las freímos en abundante aceite por ambos lados hasta que queden doradas. Reservamos
En una cazuela ponemos un par de dedos agua o de un caldo de carne ligero e incorporamos un trozo de cebolla, un par de dientes de ajo y un ramillete de perejil. Ponemos a hervir durante unos minutos.
En un mortero picaremos un par de dientes de ajo y 6 ó 7 almendras que previamente habremos puesto en agua caliente para quitarles la piel. A la picada añadiremos un buen chorro de leche.
Incorporamos a la cazuela las patatas previamente rebozadas y la picada. A fuego suave dejamos que se vayan terminando de hacer las patatas. Iremos removiendo la cazuela de vez en cuando pero con suavidad para que las patatas no se peguen y cuidando que no se rompan. Finalmente corregimos de sal.
Cuando observemos que las patatas han quedado bien jugosas y acompañadas de una salsa cremosa estarán listas para ser degustadas. Eso sí, bien calientes
Consejos
- Es este un plato contundente así que conviene acompañarlas con algo ligero de segundo o usarlas como tal y un entrante ligero.
- Respecto al vino podríamos decidirnos por un garnacha o atrevernos con un tinto roble ecológico de la bodega Villa d’Orta, a base de merlot y cabernet, en pleno corazón de la D. O. Somontano.
Puedes conocer más recetas del Pirineo en el siguiente enlace
Miguelón, qué fambre m’has dau con ista receta de trunfas albardadas. Las faré y ya te diré qué tal :-).
Pa yo ye la millor sección de Cima Norte (chunto con as leyendas).