El Valle de Bujaruelo es un hermoso rincón del Pirineo en el que podemos realizar diferentes excursiones. Entre ellas, ascender a la mítica Brecha de Roldán, conocer el Ibón de Bernatuara, recorrer la senda ornitológica del río Ara o visitar el Valle de Ordiso. Además, es punto destacado de la Senda Pirenaica GR-11. Hoy nos vamos al Valle de Otal.
Bujaruelo es un lugar magnífico para disfrutar el otoño. El bosque dibuja una paleta de intensos colores acompañados por el helador azul del río Ara. Se suceden ante nuestros ojos continuas imágenes de postal.
El circo glaciar de Otal, por el cual discurre y dibuja pequeños meandros el río del mismo nombre, guarda una gran belleza. Al fondo encontramos la Sierra Tendeñera que parece proteger la paz y la calma del valle.
La etimología del nombre Otal, también un pueblo abandonado de Sobrepuerto, no está clara. Sin embargo, parece ser una combinación del nombre vasco otea (aliaga) y la terminación -al de origen romance, que hace referencia a abundancia.
Track de la ruta
Descripción de la ruta al Valle de Otal desde Bujaruelo
La ruta comienza en el Refugio de Bujaruelo, hasta donde llegamos después de pasar Torla y por una pista de 6’4 kilómetros. Dejamos el coche y nos abrigamos bien para enfrentar el intenso frío de la mañana.
La excursión comienza por una pista que nace detrás del refugio y que remonta el río Ara. Este primer tramo se puede realizar por ambos lados del río y es senda compartida con una ruta ornitológica.
Amanece con calma en el valle pero el sol pronto ilumina las cimas más altas. Tras algo más de 20 minutos encontramos un desvío junto a la fuente de Oncins. Si seguimos a la derecha llegaremos al puente del mismo nombre. Nosotros vamos a la izquierda y continuamos la pista.
El ascenso no tiene apenas desnivel y se realiza con comodidad. Además, si queremos podemos realizar la ruta sin salirnos de la pista, así que es una muy buena opción para visitar con niños. Aún así, existen atajos que remontan el valle de forma más directa pero se mezclan con caminos del ganado y no resultan muy claros.
Conforme tomamos altura aparece ante nosotros uno de los grandes colosos del Pirineo: el Vignemale o Comachibosa (nombre aragonés). Y al otro lado, podemos ver algunos de los tresmiles del Parque Nacional de Ordesa.
En menos de 1h 30′ habremos alcanzado el Valle de Otal. Se abre ante nosotros un impresionante circo colgado al final del cual contemplamos la Sierra Tendeñera y algunas cimas como el pico Otal o la Peña de Ordiso. Si continuamos un poco más alcanzaremos el refugio de Otal y una bonita cascada del mismo nombre.
Sin duda es una excursión muy agradecida y cómoda, con vistas muy bonitas y que nos permite conocer un hermoso valle pirenaico de alta montaña. Ruta perfecta para realizar con niños. El regreso recomendamos hacerlo por el lado opuesto del río Ara, cruzando el puente de Oncins.
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