Los ibones, silenciosos residentes de las montañas pirenaicas, son una de las grandes joyas naturales que guarda el Pirineo. Lagos de origen glaciar formados hace 10.000 años que han llegado vivos hasta nuestros días. Gozan de un valor científico y natural incalculable.
Según datos de la Confederación de Hidrográfica del Ebro, en el Pirineo Aragonés se contabilizan 197 ibones, lo que representa una de las mayores concentraciones de lagos de toda la Península Ibérica. La mayoría se encuentra por encima de los 2.000m de altitud y confeccionan espacios de gran belleza paisajística.
Y entre todos los ibones que cubren el Pirineo, existen unos muy especiales: los ibones chelaus. Los «chelaus», que en aragonés significa «helados», son aquellos ibones que permanecen congelados durante gran parte del año.
Por lo general se encuentran a altitudes muy altas, no son de gran tamaño y un hielo azul característico los cubre por completo. La mayor parte se localizan sobre rocas de naturaleza ígnea o magmática, lo que le otorga tonalidades particulares a sus hielos.
El Ibón Chelau de Monte Perdido
Es el que se encuentra a mayor altitud del Pirineo Aragonés (2.990m) y es un hito en la ascensión a la Punta de Treserols o Monte Perdido (3.348 m), en pleno Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Dada su altura y pequeño tamaño (0,2 ha) se encuentra en efecto prácticamente helado diez u once meses al año, salvo en pleno verano. El ibón es parte del Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos y tiene la peculiaridad de que sus aguas no drenan valle abajo, sino que se filtran a través de las rocas, aflorando en el valle francés vecino y alimentando la cascada del circo de Gavarnie (una de las cascadas más altas de Europa, con 400 m de caída).
El Ibón Chelau del Pico Moros o Balaitús
En la zona del valle de Tena, junto a otro emblemático tresmil de los Pirineos, en un mundo de roca, aristas y glaciares.
El ibón Chelau de Balaitús (0,4 ha) no es de los más altos como puede sugerir su nombre, aunque sí permite divisar una excelente panorámica del pico Arriel y del Pico Moros/Balaitus, una pirámide de características aristas que alberga el helero de Frondellas.
El Ibón Chelat de Coma Arnau
En una zona muy abundante en ibones, destaca el Chelat de Coma Arnau. Por su gran altitud (2.765 m) apenas se deshiela y tiene 1,1ha de extensión. Se ubica en un paisaje de pura roca, con grandes bloques erráticos depositados por el retroceso del glaciar que descendía hacia la zona de Llauset.
Además de estos tres más populares, también podemos encontrar otros como el Chelau de Llardana, el Chelau de Leners, el Chelau de Barbarisa y el Chelau de Arrablo o Añisclo.
Rutas a Ibones del Pirineo
Referencias: Ibones de Aragón
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