Cada verano, con la llegada del buen tiempo, recibimos una visita emblemática. A los cielos del Pirineo llega el alimoche. Se une a sus primos hermanos y anida y merodea cerca de las áreas rocosas. Completa el catálogo de aves necrófagas y contribuye con su alimentación al equilibrio de los ecosistemas.
Características
Neophron percnopterus. El alimoche es el más pequeño de los buitres con una envergadura de 1,60m. Un tamaño muy inferior al de los buitres leonados (2,5 m) o los quebrantahuesos (2,75 m).
En las edades más tempranas su plumaje es pardo, pero a partir de los 5 años y tras las sucesivas mudas, adquiere un inconfundible color blanco. Su cabeza y sus patas son amarillas, y tiene una desordenada y llamativa gorguera. Su cola es romboidal, similar a la del quebranta.
Tiene tonalidades negras y grises en el extremo de las alas y su pico es fino. A diferencia de otros buitres no puede desgarrar los grandes animales muertos pero selecciona mejor la comida. Normalmente espera su turno, detrás de los buitres de mayor tamaño.
Dónde vive
El Alimoche se extiende por amplias regiones del mundo donde existen distintas subespecies: Europa, Oriente Medio, África y Asia central-meridional. En la Península Ibérica se contabilizan alrededor de 1.500 parejas y distinguimos cuatro principales núcleos poblacionales:
| Pirineo | Sistema Ibérico |
| Cordillera Cantábrica | Valle del Ebro |
En el Pirineo, el alimoche es un visitante estival, que llega en los meses de febrero y marzo para la cría. Construye sus nidos en zonas rocosas abruptas y cada pareja suele ocupar el mismo territorio año tras año.
A partir de septiembre, sin embargo, nos dicen adiós y regresan al norte de África. Huyen de nuestros fríos inviernos.
Alimentación
En nuestra cordillera, como norma, se asienta cerca de granjas y muladares. Incluso en vertederos. De esta forma, busca espacios donde garantizar su alimento.
Suele esperar a que otros buitres mayores hayan acabado de comer para acabar con los restos de carne y pieles. Es un ave necrófaga (se alimenta de cadáveres) aunque excepcionalmente puede capturar pequeños mamíferos heridos o insectos. También come desperdicios, basura y heces de otros animales.
En el norte de África, además, se sirven de piedras para romper los huevos de avestruz. Es uno de los escasos usos de «herramientas» en el mundo de las aves.
Reproducción
El alimoche nidifica en abrigos, repisas y cuevas situadas en zonas escarpadas. El nido lo construyen con palos y lo forran con lana de animal, normalmente de oveja. Ponen uno o dos huevos y la incubación, que es compartida por el macho y la hembra, dura alrededor de 40 días.
Después, los pollos tendrán que ser capaces de realizar el trayecto migratorio y volver a África. Allí pasarán unos años hasta que regresen de nuevo a donde nacieron para formar una nueva familia.
Amenaza
En los últimos años, se ha registrado una tendencia a la baja de la especie. La disminución de la ganadería extensiva unida a la nueva gestión de restos del ganado, ha provocado una reducción del alimento. Además, el uso ilegal de venenos ha tenido un impacto significativo en la especie.
La instalación de una red controlada de muladares pretende beneficiar a los alimoches. Al mismo tiempo que a otras especies como el quebrantahuesos, el milano real o incluso el buitre.
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