El barranquismo nos permite adentrarnos en las entrañas de la montaña para contemplarla desde un punto de vista diferente. Y, de esta forma, descubrir los los secretos que esconde el Pirineo. El Aguaré, en las incipientes y pronunciadas laderas de Canfranc, es un barranco muy atractivo y divertido repleto de grandes rápeles. Sin duda, una de las mejores opciones que encontramos en el Valle del Aragón.
El barranco Aguaré se divide en tres tramos engorgados y separados entre sí: alto, medio y bajo. Los tres se pueden descender aunque nuestra propuesta recorre los dos últimos. El primer tramo está más encañonado y el agua dibuja impresionantes formas en la roca caliza. El segundo es más abierto y contiene los rápeles más largos (hasta 25m).
El descenso es muy continuo y cada pocos metros encontramos nuevas cascadas para rapelar. Está muy bien equipado y se recomienda descenderlo entrado el otoño o en primavera ya que acusa mucho el estiaje. En total suma ±15 rápeles, dos saltos, un tobogán y 500m de desnivel.
Durante el descenso encontraremos hasta tres diques de contención de aludes, construidos en la primera mitad del s.XX en todas las inmediaciones de Canfranc para proteger así el pueblo y la famosa Estación Internacional de Tren.
Barranco de Aguaré
Carácter Vertical: 3 | Rápeles <25m |
Carácter Acuático: 2 | Aproximación 20′ |
Compromiso: II | Descenso 2h 45′ |
Track de la Ruta | Retorno 2′ |
// Descenso realizado en el otoño 2019
Descripción de la ruta
Pasado Canfranc Pueblo en dirección Francia, encontramos a la derecha un gran área de aparcamiento. Justo en frente de una gasolinera. Aquí dejamos el coche, nos cambiamos y comenzamos la actividad. Cruzamos la carretera y comenzamos el ascenso por una senda serpenteante y bien señalada que remonta el barranco y que si continuásemos nos llevaría hasta el refugio López Huici. Seguimos el recorrido hasta encontrar el desvío indicado como «Aguaré medio».
En unos 25′ alcanzaremos el punto de inicio junto al primero de los diques. Este primer muro lo salvamos por su derecha y nos introducimos en el barranco de Aguaré, donde ya encontramos el primer rápel con una longitud de unos 16m.
Durante el descenso los rápeles se suceden muy continuos, sin prácticamente espacio para caminar entre unos y otros. Esto lo hace muy atractivo pero a la vez descendemos lentos, por la necesidad de montar tanto rápel.
Poco a poco, el barranco se engorga y nos introducimos en una garganta donde el agua ha dibujado impresionantes siluetas en la roca. El fuerte caudal lo hace realmente atractivo y el agua resuena con fuerza en cada una de las cascadas que encontramos.
Tras unos cuantos rápeles, encontramos el primer salto. Nos colocamos en una repisa evidente a mitad de un rápel y desde aquí nos lanzamos al agua.
Continuamos el descenso muy bien equipado y con distintos puntos de escape hasta llegar al tramo bajo, aquí el barranco es más abierto pero los rápeles más largos. Descendemos el segundo de los diques, que el agua convierte en «quizá» el punto más complicado del descenso.
En el tramo inferior, también encontramos un pequeño tobogán y un salto final para poner la guinda a este hermoso y muy recomendable barranco. Con una duración de descenso aproximada de 2h 45′. El barranco nos deja de nuevo a los pies del aparcamiento.
También puedes ver más rutas de barranquismo en el Pirineo en este enlace.
Dejar un comentario