El Refugio de Lizara se encuentra en un llano donde se respira tranquilidad y naturaleza en estado puro. Es una zona de alta montaña soleada donde emergen infinidad de flores y pastan tranquilos los caballos y vacas de los pueblos cercanos. También es lugar de paso de la GR11 y la Senda de Camille y punto de encuentro para infinidad de montañeros.
Desde Lizara podemos realizar diferentes rutas aptas para todos los públicos. Un alpinismo más técnico como el esquí de travesía, los corredores del Bisaurín o algunas vías de escalada. Y también, rutas más asequibles como el Valle de los Sarrios e incluso llegar al Ibón de Estanés. Además, y por si fuera poco, podemos realizar la vía ferrata de Lizara.
Track de la ruta
Vía ferrata de Lizara
La vía ferrata se encuentra a un kilómetro del Refugio de Lizara y pegada a la carretera de acceso. Equipada en el año 2009, la vía suma 300 metros de pared caliza claramente divididos en dos partes. Una primera más técnica y vertical con dos pequeños desplomes que dan buena sensación de altitud. Y una segunda parte mucho más suave que casi podemos superar caminando.
Dificultad: K 2 | Aproximación 1′ |
Apta iniciación: Sí | Recorrido ferrata 25′ |
Total actividad: 50′ | Retorno 25′ |
Descripción de la ruta
Pasamos el pueblo de Aragüés del Puerto y continuamos la carretera que va hacia el Refugio de Lizara. Nos adentramos en el Parque Natural de los Valles Occidentales y atravesamos con el coche un hermoso bosque de abetos, hayas y robles.
Un kilómetro antes del refugio y pegado a la carretera (a mano derecha) se encuentra el inicio de la vía ferrata. Hay un saliente en el que podemos dejar el coche sin problemas. Aquí nos equipamos con el casco, arnes y disipador. Comenzamos.
Hay un cartel junto a la vía borrado por el tiempo pero el comienzo es claro. Los primeros metros discurren fáciles pero pronto vamos tomando altura. Las grapas están bastante juntas así que ascendemos con comodidad y en línea recta.
En poco minutos alcanzamos una altura considerable y es aquí donde se encuentran los pasos más complicados. La tendencia hacia la derecha, unida a la altitud y algún pequeño desplome son los ingredientes más complicados y divertidos de la vía ferrata.
Ahora ya la vía se suaviza poco a poco hasta que alcanzamos la «cima». Aquí las vistas son muy agradecidas y podemos ver el Refugio de Lizara. Seguimos unos metros caminando y todavía anclados a la línea de vida hasta que la ferrata llega a su fin. En total el ascenso dura unos 25 minutos a un ritmo tranquilo. Corto pero muy entretenido.
El retorno puede ser un poco confuso. Hay hitos que nos marcan el camino pero el bosque de bojes nos puede confundir. Además, tenemos dos opciones: volver por una senda directa hasta el coche o bordear un poco hasta el refugio de Lizara para luego descender hasta el coche por la carretera. Nosotros optamos por esta última.
La vía ferrata de Lizara tiene una dificultad K2, no tiene pasos muy difíciles y es corta, aunque es bastante aérea y vertical. Por ello, no se recomienda realizarla con niños que no tengan experiencia previa. Aún así, es muy divertida y nos permite disfrutar de un entorno natural de alta montaña muy agradable.
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