Situado a una altitud de 1.384m, Tella es un pequeño pueblo de gran belleza. Basta con recorrer sus calles para descubrir en seguida los pilares de la esencia pirenaica. Casas de piedra, chimeneas con espantabruxas y convivencia entre el ser humano y el paisaje.
Desde aquí, las vistas son sobrecogedoras. Tella se encuentra en la cabecera der río Yaga y se abre en panorámica para ofrecer unas espectaculares vistas del valle del Cinca y la Comarca del Sobrarbe. Desde aquí observamos la sierra de las Cazcarras y la Peña Montañesa.
Los primeros escritos de Tella se remontan a 1.210. El pueblo se encuentra perfectamente orientado al sur y protegido de las inclemencias del tiempo por un paredón de roca caliza. Se sabe que en este pequeño pueblo de montaña, además de un Dolmen Eneolítico, llegó a haber 7 ermitas y que fue tierra de brujas y leyendas. Sin duda muestra de la magia que guarda este rincón pirenaico.
La ruta de las Ermitas de Tella es una sencilla circular de 1h 15′ de duración que parte desde el mismo pueblo y recorre 3 ermitas. Es un recorrido apto para todos los públicos e ideal para descubrir la fusión de la tradición y la cultura con el paisaje natural.
Track de la ruta de las ermitas de Tella
Descripción de la ruta de las Ermitas de Tella
La ruta comienza y termina en el pueblo de Tella. A la entrada encontramos un espacio junto al centro de información y unos baños públicos donde podremos aparcar. La carretera de acceso ya nos ofrece unas vistas espectaculares pero todavía no hemos visto lo mejor.
Comenzamos a recorrer el pueblo y pasamos junto a la iglesia de San Martín (s.XVI-XVII), junto a la cual discurre el sendero de nuestra ruta circular. El recorrido está perfectamente señalizado y no tiene pérdida.
Tras sobrepasar el pueblo nos adentramos en un frondoso bosque de pinos royos y bojes que nos lleva hasta la primera y más espectacular de las ermitas: la ermita de los Santos Juan y Pablo. Construida en el año 1.019, la milenaria construcción se encuentra a los pies de un peñón calcáreo y dibuja un singular paisaje.
Desde aquí seguimos nuestro recorrido en el que poco a poco el bosque deja paso a los erizones. Al fondo, observamos las gargantas de Escuaín y Revilla y la mole del Castillo Mayor, y pronto alcanzamos la siguiente de las ermitas elevada sobre una atalaya natural: la ermita de la Virgen de la Peña, del s.XVI.
Continuamos el recorrido hasta la ermita de las Fajanillas, originaria del s.XII y posteriormente remodelada en el s.XVI. En aragonés, fajana y fajanilla hacen referencia a una faja estrecha de terreno que puede aparecer de manera natural en las laderas de un peñasco o que ha sido ganada a la montaña para el cultivo. La Virgen, pues, hace honor a la configuración de la propia tierra donde es venerada.
Finalmente, el sendero nos lleva de nuevo hasta el pueblo de Tella y nos permite recorrer sus hermosas calles empedradas con sus espectaculares vistas. Sin duda, una ruta perfecta, que combina tradición y naturaleza y es apta para todos los públicos. Aquí la naturaleza y el ser humano se dan la mano.
Dolmen de Tella
Tella es un lugar especial, de eso no hay duda. Basta con llegar hasta el pueblo para darse cuenta. Tanto es así que hace 5.000 años ya hubo humanos que habitaron este rincón del Pirineo. Muestra innegable de ello, es el Dolmen de Tella (del Eneolítico) llamado Piedra del Vasar o Losa del Campa. En los alrededores, también se han hallado restos prehistóricos en el Dolmen de Avellaneda y en la Cueva de Tella.
En Tella también encontramos otros lugares de interés como el Museo del Oso de las Cavernas (que alberga restos de este animal extinto) y el Museo de la Bruja de Tella (que muestra la ancestral relación entre Tella y la brujería).
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