De mirada penetrante y movimientos elegantes, el lince boreal es uno de los depredadores más majestuosos de Europa. Vivió y habitó el Pirineo durante siglos hasta que a principios del s.XX la persecución y reducción de su hábitat lo condenó a la extinción.
Sin embargo, poco a poco las cosas comienzan a cambiar. El pasado 28 de mayo nació el primer lince boreal en el Pirineo catalán desde hace un siglo.
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El alumbramiento tuvo lugar en el Centro de recuperación de la fauna Món Natura Pirineus. Sus padres, llegados de un zoológico de Galicia, vivían en el recinto desde hace 11 años. Casi se había perdido la esperanza de que se reprodujeran, incluso se valoró la infertilidad de la pareja, pero al final, llegó el pequeño felino.
A día de hoy, al joven lince, heredero de una especie extinta en el Pirineo, le han bautizado como Minairó. Ya pesa más de 10 kilos y está en perfecto estado de salud. Vive en el centro y su nacimiento se suma a otras crías ya nacidas en años anteriores en Aragón en el Parque Faunístico Lacuniacha (Valle de Tena).
En la actualidad, la especie está amenazada en Europa pero todavía goza de buena salud en el resto de Asia, por lo que no se le considera especie en peligro de extinción. Respecto al Pirineo, algunos estudios están valorando la posibilidad (con ayuda o de forma natural) de que el lince vuelva al Pirineo.
En la Val d’Arán se planteó un proyecto de reintroducción, pero al final fue desestimado por la falta de consenso entre la población. En Cataluña, el último ejemplar vivo y libre del que hay constancia fue cazado en 1930.
Puedes conocer más sobre el lince boreal aquí.
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Una respuesta
Bruno MG
Es importante su regreso al estado salvaje en el pirineo y la cordillera cantábrica. Las repoblaciones sé están efectuando hace años en Alemania, Francia, los Alpes etc.