La osa Sorita fue vista el 17 de mayo seguida de tres oseznos en el entorno de Bearn (Parc National des Pyrénées). Así lo ha informado el FIEP Groupe ours Pyrénées, encargado del seguimiento de la especie en la vertiente francesa del Pirineo. Durante la primavera, los osos despiertan de la hibernación y se observan los nuevos nacimientos.
Sorita fue liberada en el año 2018 junto a Claverina en el Valle de Ossau, ambas procedentes de Eslovenia. El objetivo era reforzar la población osera en el Pirineo Occidental y el nacimiento de estos tres oseznos marcaría un nuevo hito en la recuperación de la especie.
En el año 2004, Canelle, la última osa autóctona del Pirineo, dio a luz a Canellito y desde entonces no se habían registrado nacimientos de oso en el Pirineo Occidental, a excepción de dos cachorros que tuvo la propia Sorita (que llegó embarazada desde Eslovenia) en el año 2019 pero que no prosperaron.
Para el FIEP Groupe ours y otras asociaciones conservacionistas se trata de «un momento histórico y emotivo que ve la consagración de muchos esfuerzos». Asimismo, defienden que «marca el comienzo de la reconquista real del territorio occidental por una verdadera población de osos». Hasta la reintroducción de las dos osas en el año 2018, solo quedaban dos machos en esta parte del Pirineo: Neré y el propio Canellito, por lo que la especie estaba condenada.
«Esperamos que estos osos sobrevivan y que comience la restauración de un núcleo de población en el oeste del Pirineo», señala Gérard Caussimont, presidente del FIEP. Al mismo tiempo que hace un llamamiento «a todos los amantes de la naturaleza, los excursionistas y los fotógrafos» para que les «dejen en paz» y no traten de acercarse a la osa y sus crías. «Si obligamos a su madre a trasladarlos a larga distancia, pueden morir» alerta.
La población de oso en el Pirineo sigue creciendo
En el mes de abril, el balance anual del Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso Pardo en el Pirineo (GSTOP) situó la población de oso del Pirineo en 64 ejemplares y 16 nuevos nacimientos en 2020. Las cifras confirmaban la tendencia poblacional creciente y el lento asentamiento de la especie.
Si los tres oseznos de Sorita logran salir adelante, se confirmarían las buenas noticias para la especie en peligro de extinción. Sin embargo, queda por delante el reto de la convivencia. Hasta que la mayoría de la población pirenaica no comparta y entienda la reintroducción del plantígrado, no se dibujará un futuro esperanzador para la especie.
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