Cuando salimos a la montaña, el botiquín es un compañero de viaje imprescindible. Si está bien diseñado apenas ocupa espacio en la mochila y puede ayudarnos a solucionar muchos problemas. Algunos muy comunes y sencillos si disponemos del material adecuado.
Lo ideal es que cada persona tenga su propio botiquín. O si vamos en grupo, como mínimo dos o tres de los integrantes. Pero, ¿sabemos qué tiene que llevar un botiquín de montaña?
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que no existe un botiquín igual para todas las personas y todas las actividades. Hay que considerar:
- La duración de la actividad. Uno o varios días.
- La época del año y las condiciones (aislamiento) del espacio.
- Si somos guías o responsables de grupos.
- La medicación y necesidades propias de cada persona.
- Evitar el material complejo que no sepamos utilizar.
Aún así, existen una serie de elementos recomendados que todo botiquín debiera incluir. Los clasificamos en tres grupos: medicamentos, recursos para curas y elementos de prevención.
Además, si lo consideramos adecuado, también podemos incluir en nuestro botiquín: cinta americana, pomada para picotazos, apósitos para ampollas o rozaduras y lentillas de repuesto para quienes las necesiten.
Un botiquín completo y bien diseñado nos será de gran ayuda si las cosas se complican. Se recomienda llevar el prospecto de los medicamentos o un resumen de sus usos. Y no hay que olvidar revisar la caducidad de los medicamentos y renovarlos periódicamente.
Puedes leer más sobre seguridad en montaña en este enlace.
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