Cada invierno la nieve cubre el Pirineo. Quizá sea una de las estaciones más hermosas y en la que encontramos la montaña más inhóspita. Sin embargo, los riesgos ambientales aumentan y debemos considerarlos y conocerlos. Y para ello, una de las mejores opciones es la formación.
Para practicar alpinismo invernal de forma segura es imprescindible saber interpretar las condiciones del terreno y, particularmente, de la nieve. Conocer el nivel de riesgo de aludes y avalanchas así como su clasificación es básico.
Mientras hay nieve en el Pirineo, se emiten boletines de peligro de aludes (BPA). Aquí se hace una valoración profesional de lo que nos podemos encontrar en la montaña. Resulta conveniente atender a ellos de forma minuciosa.
De acuerdo a la escala europea, el BPA clasifica la estabilidad del manto nivoso en 5 niveles.
Evaluador del riesgo de aludes
El evaluador es una herramienta que nos permite definir el grado de riesgo asumido en cada terreno. Para ello combina el Boletín de Peligro de Aludes y la escala europea con la Escala de Clasificación del Terreno de Aludes ATES (terreno simple, exigente o complejo).
Según el Evaluador, podemos encontrar tres niveles de riesgo: «precaución» (zona verde), «precaución extra» (zona amarilla) y «no se recomienda» (zona roja).
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