En el Pirineo existen cimas que adquieren una relevancia popular. A veces sus siluetas, su altitud o las características de su ascensión se la otorgan. Una de ellas es, sin duda, el Aspe o Punta Esper.
El pico Aspe con sus 2.645m, localizado en el Parque Natural de los Valles Occidentales, entre el valle de Aísa y el de Somport, es la cima más alta de esta sierra de agrestes picos. Asimismo, comparte nombre con el occitano Valle del Aspe en la región de Bearn y al norte de la cordillera.
En cuanto a la Toponimia, se han recogido distintas nomenclaturas. La más conocida es Aspe, pero también se le conoce como Pico de la Garganta o Punta Esper. Al parecer, el nombre de Aspe podría ser una derivación euskérica de (atx-pe) «bajo la peña».
La ascensión hasta la cima del Aspe nos llevará alrededor de 3h 20′ y es preferible elegir una época del año en la que no haya nada de nieve o, al contrario, todo esté bien cubierto. En épocas intermedias de poca nieve, la zona kárstica, con sus simas y fisuras se vuelve complicada y técnica.
Track de la ruta
Descripción de la ruta a la cima del Aspe
Trás atravesar el pueblo de Aisa continuamos la carretera en dirección norte hasta llegar al parking de la Cleta. Una valla para el ganado corta el paso y nos indica el comienzo de la ruta.
Comenzamos a caminar por un tramo «semi asfaltado» primero y una pista después. En unos pocos minutos ya alcanzamos la cabecera de la Val d’Igüer, donde se juntan el barranco del mismo nombre con el Estarrún. Aquí el valle se abre y nos regala una panorámica espectacular.
Cruzamos el río junto a un cartel que nos marca el camino y encaramos en dirección al Aspe, nuestro objetivo. A los pocos minutos dejamos a nuestra derecha la Surgencia del Chorrotal y el Valle de Rigüelo.
Nos dirigimos hacia una pared vertical de roca y por su derecha cruzamos el «embudo» un pequeño resalte sin dificultad que marca el final de los pastos y el comienzo de un terreno más pedregoso.
Comenzamos a ver algo de nieve y tras superar un fuerte desnivel alcanzamos un balcón que nos introduce en la zona de «Las Llanas». Se trata de un terreno kárstico repleto de grietas y simas. Es la zona más técnica de la ascensión y es importante caminar con cuidado. Los perros que no estén acostumbrados lo pueden pasar mal en este tramo.
La poca nieve que encontramos ha tapado tramos de la senda, escondido algunas grietas (¡cuidado!) y el recorrido se vuelve muy perdedor. Hay muchos hitos, a veces en direcciones casi opuestas, por eso recomendamos llevar un buen track que nos sirva de guía. Aún así hay que estar atentos y desde el balcón recomendamos irnos por la izquierda ganando un poco de altura y «semi cresteando» por la parte superior del kárst.
Una vez sobrepasado, una loma de pasto y roca nos lleva hasta el collado del Aspe. Aquí ya vislumbramos unas espectaculares vistas. Primero de la Liena de la Garganta a nuestra izquierda y luego del Midi d’Ossau y otras cimas al otro lado. Impresionante.
Destrepamos un poco y ya en unos 10′ de fuerte desnivel nos plantamos en la cima del Aspe. En total, 3h 20′ de ascensión. Un placer coronar una de las cimas más populares del Pirineo Occidental.
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Una respuesta
Eduardo Pardo
Hola.
Una ascensión muy bonita a uno de los clásicos del pirineo aragonés. Veo que se ha ido gran parte de la nieve, habrá que aprovechar estos días o dejarlo para la primavera.
Un saludo