Más de 200 especies de aves sobrevuelan y pueblan los cielos y valles del Pirineo. Algunas son grandes e imponentes. Otras pequeñas y escurridizas. Basta con dar una paseo por nuestro entorno para, si estamos atentas, descubrir muchas de ellas.
Gorrión
Su capacidad para adaptarse y sus pocas exigencias en cuanto a hábitat y alimentación convierten al gorrión en una de las aves más extendidas del planeta. Vive en pueblos, caseríos, corrales y ciudades, habitualmente cerca de las personas.
Se alimenta principalmente de semillas, frutas y bayas. Aunque eventualmente y especialmente en época de cría, come pequeños invertebrados. En los asentamientos humanos, también se alimenta de restos y desperdicios de comida.
Los gorriones, como norma, forman parejas monógamas en cada estación de reproducción. Los nidos los construyen en primavera, con hojas secas, plumas y restos de papel.
En el Pirineo, podemos encontrar cuatro tipos distintos de gorrión: el común, el molinero, el chillón y el alpino. Este último, a diferencia de los anteriores, vive en zonas de alta montaña. Generalmente no desciende por debajo de los 1.800m de altitud en invierno y de los 2.200m en verano. Está incluido en la categoría “de interés especial” del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Pinzón
Es un ave con una gran adaptabilidad. Condición que le hace muy común en Europa, Asia y el norte de África. La especie vive y habita diferentes ecosistemas, pero tiene preferencia por las zonas boscosas. En el Pirineo, se pueden observar tanto el pinzón vulgar como el pinzón real.
El vulgar es un ave migratoria parcial. Se mueve en función del alimento. Durante el invierno, ocupa zonas más cálidas y abiertas, pero en el Pirineo lo podemos observar durante todo el año. El pinzón real, en cambio, realiza desplazamientos más grandes y en los meses de verano, por lo general, viaja hasta el norte de Europa.
Se alimenta tanto de semillas, frutos o bayas, como de pequeños insectos, especialmente los pinzones más jóvenes. También es una especie con un claro dimorfismo sexual. Las hembras se caracterizan por colores pardos apagados, mientras que los machos tienen un reconocible color anaranjado en el pecho y el vientre. Además, con la llegada de la primavera, los machos presentan un intenso color negro en la cabeza.
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