Hace 80 años, allá por 1940, fue la última vez que se vio a Carnestolendas y los Zarrapatrosos pasear por las calles de Berdún. Sin embargo, el 23 de febrero del 2019, volvió a la localidad para recuperar la celebración de su tradicional carnaval, el Carnaval de los Zarrapatrosos.
En época de carnavales por todo el Pirineo, Berdún ha recuperado y recreado lo que era una de sus mayores festividades en los primeros años del siglo XX. Fue con la tutela de la gente más mayor del lugar, quienes todavía recuerdan lo que suponía esta celebración durante su infancia. Estos asesoraron a los jóvenes encargados de organizar el evento, rememorando cómo eran las vestimentas, los diferentes personajes y en qué consistía. Originalmente, se portaban las ropas más viejas y se impregnaban los rostros con betún para desfilar por las calles de la villa.
La fiesta congrega a jóvenes, y no tanto, de los alrededores y de la Comarca de la Jacetania. Muchos vecinos participan activamente en el carnaval portando los trajes que daban vida a los carnavalescos personajes. Otros como simples espectadores. En total más de 500 personas desfilaron el último año por las calles asistiendo a una ronda teatralizada. Fue La Ronda de Boltaña quien se encargó de poner música y animación por cada plaza del recorrido. Al terminar, todos los asistentes pudieron cenar migas y caldereta en torno a una hoguera en la Plaza del Castillo, donde como última actuación del carnaval, se había quemado al pelele.
Este año 2020, el Carnaval de los Zarrapatrosos de Berdún se celebra el 15 de febrero.
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Se va escondiendo el Sol y la tranquilidad del pueblo se va rompiendo poco a poco con la aparición de los primeros disfraces por las calles.
Las 19h. Comienza el Carnaval dando la bienvenida al público en la Plaza del Castillo.
La Ronda de Boltaña animando al principio del desfile rodeados de zarrapatrosos, cubres y demás personajes.
Calestolendas. Apuesto y elegante, el rey del Carnaval. En torno a él transcurrirá el desfile. Llegó, encendió el fuego y empezó el Carnaval.
Un grupo de Zarrapatrosos (de los más de 60 que había) posa antes del desfile. Amigos del fuego y la ceniza, nadie escapaba de ellos sin llevarse un mascarón.
Los cubres, tapados con telas de diversos colores. Unos 20 acompañaron a Calestolendas a lo largo de todo el desfile, sin apenas mostrar su rostro.
No había plaza en la que no se parara el desfile. Y en todas ellas estaba el pregonero contando la parte de la historia que acontece al carnaval. Aquí, señalando la llegada del Mulato.
Ahí llega, el Mulato, como les dicen a los de Berdún. Toda la gente de la plaza del Cura se da la vuelta para verle pasar, con sus pieles, cuernos y zarrios.
Como acto de clausura, en la plaza del Castillo otra vez. Los espectadores contemplan la quema del pelele.
Tras la quema, se terminan los preparativos de las migas, que serán la cena de todo aquel que haya visitado la villa de Berdún para presenciar la recuperación del Carnaval de los Zarrapatrosos
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